Las prácticas agrícolas regenerativas pueden proteger el medio ambiente, mejorar la fertilidad del suelo y optimizar la rentabilidad a largo plazo para promover una mayor seguridad alimentaria. Cada vez más, los agricultores de precisión utilizan dispositivos inteligentes geohabilitados e informática en la nube para comprender cómo la siembra directa, los cultivos de cobertura, el pastoreo rotativo y otras prácticas sostenibles contribuyen a mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y la disminución de CO2.