El personal de incendios puede utilizar el SIG para ver y comprender mejor las entidades físicas y las relaciones que influyen en el comportamiento del fuego. Pueden ver factores como la topografía, la humedad del combustible y el tipo de vegetación para determinar las ubicaciones con mayor riesgo de incendio. Esta información puede compararse con recursos de gran valor como hábitats y ecosistemas críticos, infraestructuras, recursos culturales, suelos sensibles cerca de desagües y urbanizaciones para señalar las áreas de mayor riesgo. El personal de mando puede determinar la probabilidad de que se produzcan incendios forestales localizando las ubicaciones históricas de los incendios e identificando fuentes potenciales de ignición, como tendidos eléctricos, carreteras, polígonos industriales y viviendas. Al superponer áreas de alto riesgo potencial situadas cerca de vegetación inflamable y valores importantes, se pueden identificar acciones esenciales de administración de incendios.