El ambiente empresarial está cambiando. Las señales de la demanda cambian a medida que los clientes y los consumidores modifican sus patrones de interacción y preferencias. Los consumidores dan prioridad a la seguridad en sus transacciones comerciales y, en consecuencia, ya no se aplican las pautas de compra anteriores. Las condiciones volátiles del mercado actual requieren conocimientos precisos para maximizar cada oportunidad de negocio. Las organizaciones pueden aprovechar la tecnología de ubicación para determinar la evolución de los mercados, mediante el análisis de los datos sobre el movimiento humano, los datos de las transacciones y los datos sobre los clientes.

El impacto de la pandemia de COVID-19 varía considerablemente según la ubicación. Las métricas clave sobre la gravedad de la infección pueden ayudar a la alta dirección a comprender rápidamente el impacto local de la pandemia en su empresa. Al incorporar datos demográficos y la ubicación de instalaciones y empleados, los empresarios pueden ver el efecto del virus en las comunidades locales. Estos datos son vitales a la hora de estabilizar las operaciones y como fuente de información de cara a los planes de recuperación.